domingo, 23 de noviembre de 2008

Debería volver

Esta frase acosa últimamente mi cerebro con uan constancia impresionante, debería volver. Una de las cuestiones a la que pienso que debería volver es aquí, a mi colmena.
Sin embargo lo siento abejitas, ahora mismo no puedo. Creo que una de las frases que más he repetido esta semana ha sido que yo, ahora, no estoy. No estoy porque estoy ocupada, no sólo temporalmente hablando, sino también mentalmente, cuando estoy en casa no estoy, cuando estoy de fiesta no estoy. Lo siento pero de verdad que pienso que lo que hago es importante y pienso que lo hago no sólo por mí sino por muchos. Sé de muchos que apoyan mi lucha y no la siguen porque quizá no son lo suficientemente combativos, porque su modo de reacción no es así o simplemente por cobardía. En cualquier caso sé con certeza que lo hago pensando en muchos.
En conclusión, esta entrada es una disculpa por el abandono al que tengo sometidos a casi todos los sectores de mi vida. Lo siento, abejitas, pero esta semana me encierro.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Cambios.

Un nuevo bajón. Miles de canciones rondan mi mente, mejor dicho, miles de frases de canciones, depende del momento. La mayor parte del tiempo siento rabia ante esta vida tan poco normal que me ha tocado. Cuando algo malo me ocurre a nivel personal, lo traspaso a todos los niveles, incluso al político y así es como llego a conclusiones como esta: ¿Por qué me doy yo más cuenta de lo injusto del mundo, por qué me duele más a mí que a la mayor parte de las personas que quiero?

Tengo otros momentos de desesperación en los que me siento como en un ciclo interminable. ¿Por qué siempre me ocurre a mí lo mismo? "Otra batalla perdida, un grito de desconsuelo" es la frase que ronda mi mente en esos segundos.

Y durante los segundos restantes a la rabia y la desesperación estoy sintiendo una extraña indiferencia ante todo lo que me rodea, por ejemplo, ahora mismo me da igual lo mala que sea esta entrada y lo poco que me esté gustando escribirla. Es lo que hay, hoy se siente. Ya pondré mayor calidad y empeño.

A pesar de esto, me queda helado de fresa.

jueves, 9 de octubre de 2008

Hoy empieza todo.

A parte de ser una preciosa película francesa, lo que siento ahora mismo es que hoy ha empezado todo. Físicamente comenzó el lunes, pero lunes, martes y miércoles no fueron ni de lejos lo que yo recordaba, lo que yo esperaba, las cosas que llevaba todo el verano deseando que no sucedieran sucedieron...
Y es que el lunes a las nueve de la mañana entré en una clase llena de gente pero que a mí se me antojaba vacía. Me faltaban las caras del curso anterior, tanto las de la gente que quería como las de la gente que no me caía bien, me faltaba la ilusión, me faltaba el interés por el temario de las asignaturas, me faltaba la alegría y me faltaban el tiempo libre, las conversaciones, las canciones y los bailes, la música, las sonrisas, los grandes amigos. Me sobraban dolor de cabeza, sueño, apuntes, temario, chicas, gente poco original y caras serias.

Pero de repente hoy todo ha comenzado.
Decidir ser feliz es algo importante en la vida, estoy segura de que somos nosotros mismos quienes determinamos hasta qué punto llega nuestra felicidad y hasta cuándo va a durar, lo que pasa e sque hay veces que estamos demasiado cansados como para pensar en ser felices. Y eso ha pasado durante los tres primeros días de mi primera semana de clases.
Sin embargo ayer por la noche de repente decidí que iba a ser feliz. Al igual que lo hice el año pasado el primer día que pisé mi facultad para ir a clase. Así que hoy cuando he llegado lo primero que he hecho ha sido sonreír. Lo había prometido ayer por la noche y hoy lo hice. Y ahora tengo agujetas en la tripa de todo lo que me he reído en esta mañana.

Todo esto se lo debo a la presión. Soy una de esas personas que bajan la guardia fácilmente y, de repente, en cuanto se les aprietan las tuercas vuelven a su actividad frenética. Así que debo dar las gracias a las personas que me presionaron ayer para que fuera feliz, Iago y Sergio(Boy) y a la personas que me han presionado para que le dé un poco de vida a esta colmena, que la miel se estaba quedando amarga, Víctor y Manuel Casal.

Un beso a todos abejitas, me da la sensación de que volveré pronto.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

¿Un año más?

En absoluto. Hoy terminan mis dieciocho años y empiezan mis diecinueve y, como es normal en estas épocas no puedo evitar echar la vista atrás para repasar este año. Y puedo asegurar que no ha sido uno más. Ha sido mucho más que eso.
Los dieciocho empezaron con un "kit de universitaria" creado por mi hermana, que ya me precedía en la profesión y en la facultad. Todo comenzó con emoción y nerviosismo, quizá también algo de ansiedad por cambiar de una vez de aires. el último año había sido desastroso y necesitaba nueva gente, un lugar nuevo, y nuevas formas de tomarme la vida. Y con esas ganas de empezar aguanté desde el 24 de Septiembre(tal y como hoy), hasta el 2 de Octubre. Ese día mágico en el que quedé con la única amiga de mi carrera que ya conocía y nos dirigimos muy nerviosas hacia la facultad. Ese día mágico en el que un chico con bastante acento nos miró y nos dijo: ¿De dónde sois?. A partir de entonces todo ha dado muchas vueltas, si mi cerebro no hubiera girado al mismo ritmo que mi mundo posiblemente me hubiera mareado, pero como yo estaba ya tan dispuesta a que todo cambiara lo único que ocurre es que ahora me sorprendo de que sólo haga un año de que conozco a algunas personas que ahora son infinitamente importantes para mí. Ahora me asombro de verme llorar porque no puedo estar con algunos en clase, pensando: estuviste diecisiete años sin ellos. Ya, pero ahora no puedo.
Este año he aprendido más que nunca. Y no sólo hablo de que lo más importante de las noticias va en el lead, sino de todo.
He aprendido que la visión que tenemos de la vida puede cambiar de un día para otro. He aprendido que no soy la única que piensa con el corazón. He aprendido que hay canciones que duran toda una noche, todo un día, toda una vida. He aprendido que los colores del arcoiris pueden quedar mejor que el negro de las tormentas. He aprendido que siempre, por mucho que me haya endurecido a lo largo de los años, siempre volveré a caer en el error de querer a alguien equivocado. He aprendido a reír por cosas sin gracia y he olvidado cómo se llora cuando algo no te da pena. Sin embargo sé llorar cuando algo te hace feliz. He aprendido que el lugar más simple puede ser el más importante. En fin, creo que este año he crecido.
Bienvenidos todos a mi vida de los diecinueve. A partir de aquí, siempre adelante.
Un beso abejitas, y gracias por vuestros detalles.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Meme

Bueno, pues no hay una idea mejor para un momento malo en nuestras vidas que pensar en las cosas que nos hacen felices. Seis cosas. Esta es una de esas entradas en las que empiezo a ciegas, no sé si a la tercera ya no sabré qué decir o si en la sexta me daré cuenta de que necesitaría otras seis. Gracias Manuel Casal. Y ahí que voy:

- La facultad. Sólo con pisarla ya respiro un poco más agusto, me siento un poco más libre. Desde la primera vez que entré, siendo tres años más pequeña que ahora y con mi hermana como único elemento conocido es especial para mí. Después de este año...infinitamente más.

- El cine. Ver una película ligeramente buena, que me haga crecer un poco, con la que aprenda lo más mínimo me llena de felicidad. Hasta tal punto que siempre lloro.

- El mar. Ver el mar por lo menos una vez al año y descubrir cada vez un sentimiento que me parece nuevo, sentirme flotar hacia el horizonte impulsada por la brisa marina.

- Leer. Cada noche leo, da igual lo cansada que esté cada noche leo. Un buen párrafo que me haga llorar o reír o sentir lo que el autor quiera hacerte sentir. Todas las noche leo por lo menos un tramo de poesía de Mario Benedetti que em regaló un gran profesor y mejor amigo.

- Un bar. Hay bares concretos en los que nada más entrar sientes con la felicidad entra por tus fosas nasales, por tus pulmones, por tus oídos y te invade hasta el punto de no parar de bailar, o de gritar, o de reír. Ejemplos claros son la Silla Eléctrica o el Madriz Madrid. Los recomiendo para todo ser vivo que quiera sentirse vivo.

- Las conversaciones. Hablar con una determinada gente en una determinada situación, poder dercirles que le quieres, sentir que te están enseñando algo, y que el tiempo corra y tú no te des cuenta, que al final llegues a casa y tus padres te digan que qué has hecho y tú les digas sorprendiéndote a ti misma: hablar. ¿No se puede hablar mejor a otras horas?Y realmente te quedas pensando. Hay conversaciones que nunca podrían tenerse a una hora diferente.

Bueno, estos son los puntos de alegría que se me han ido ocurriendo, he dejado unos cuantos que la verdad es que me gustaría meter, pero cuando se escribe sobre la marcha ya se sabe...En cualquier caso que todo el mundo sepa que por ejemplo mi hermana es otro factor de felicidad sólo existiendo.

Un beso abejitas, el que quiera explicar qué le hace feliz adelante.

Ante el aviso del gran Manuel Casal le hago caso y "nomino" a gente, pero que sepais que no me abundan los blogs de personas que aún no hayan hecho su Meme. Aún así se lo recomiendo a mi más antiguo amigo Alberto, en su sinfonía desquiciada, Colmena desquiciada y al siempre ocurrente Guybrush,
Colmena de Guybrush.


Ahora sí me despido, aunque avecino una entrada mañana.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Libertad

Todos lo sabemos, no somos libres. Cada uno de nosotros está sometido en mayor o menor medida a algo. A nuestros vicios, a nuestros compromisos con los demás y, más en general, porque de eso sí que no escapa nadie, al capitalismo. Necesitamos esos simples trozos de papel llamados billetes para sobrevivir.
No recuerdo ahora mismo qué filósofo decía que la libertad es la capacidad de elegir. Siguiendo esta definición tenemos la suerte de vivir en una de las sociedades más libres de la historia, y aún así estamos sometidos. Muchas libertades se quedan en el tintero. La simple libertad de casarte con la persona que amas fue concedida hace unos pocos años en España, y aunque ahora sea legal en muchos casos es el entorno el que no nos concede esa libertad de elegir con quién queremos pasar el resto de nuestra vida, sea hombre o mujer. Conozco casos de relaciones que han fracasado sólo por eso, porque de cara asegún qué entornos el hecho de que dos hombres o dos mujeres se amen no es válido.
Creo que el problema está en que tenemos libertad absoluta, pero también tenemos que renunciar a muchísimas cosas para ejercerla. El ejemplo más claro y más drástico es que si no quieres seguir el juego al sistema capitalista no lo hagas. Ahora, si te mueres de hambre nadie sentirá pena. No quiero decir con esto que no quiera trabajar, llevo tres meses de verano sin hacer nada y ya me estoy muriendo, quiero decir que no quiero seguir con este juego en el que los ricos cada día son más ricos y los pobres cada día más pobres. No quiero que se nos siga metiendo en la cabeza la copla de que cuanto más trabajes más ganarás porque no es cierta. Porque la gente que se está matando a trabajar en una obra no gana ni para mantener a su familia. Porque el empresario que tiene una reunión a la semana y vuelve a su mansión no trabaja más que ese obrero.
Y volviendo al tema del amor no quiero que mis amigos sigan teniendo que abandonar a las personas ideales para ellos porque de seguir tendrían que renunciar a sus padres, a sus amigos o a ser aceptados por el entorno.
Concluyo esta entrada invitando a una reflexión bastante simple. Dado que ya bastante libertad nos quitan la sociedad y el Estado procuremos no quitar nosotros su libertad a las personas que queremos y que nos rodean.
Sin más, vuelen libres, abejitas.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Pensando en el autobús.

283, Coslada-Avda. de América. Saco el billete con prisas. Hola, hola. Es el conductor que me llevaba y traía a veces de la facultad. Las dos niñatas que estaban en la parada conmigo dicen "al pleni" y pagan con mucha torpeza. La rueca, de Marea. Hoy las matrículas suman muy bien, y las horas que pillo también, creo que sólo van dos diecisietes. Este autobús me recuerda tanto a él, aunque nunca le he visto dentro de uno de estos. No sé porqué sigue apareciendo a veces en mi cerebro, y tiene menos sentido aún teniendo en cuenta que no hay posibilidad de verle hoy. Otro dieciséis, sigo con mis absurdas supersticiones. Los anuncios de la carretera pasan de largo y yo recuerdo mis días de universidad. La senda del tiempo, de Celtas Cortos. Ya llega la rotonda más absurda del mundo, la hacemos y salimos por donde entramos, pero directos a la parada en la que las dos niñatas que iban "al pleni" se bajan. Dos kinkis que también compartían autobús conmigo se bajan también. Creo que me ha vibrado el móvil. Ah, no, era el movimiento del autobús. Debería venir algún día al Plenilunio a comprarme ropa. Tengo quince minutos para llegar a Diego de León, no me da tiempo. Voy a llegar tarde, para un día que quedo a menos de una hora de mi casa...Si no me veo no me creo, de Celtas Cortos. Sonrío ante la frase que suena en mis oídos(donde todos me miraban con cara de jabalí, grrrrrrrrrrrr) y vuelvo a ponerme seria. Él ha aparecido de nuevo en mis pensamientos. Sigo sumando matrículas. Canillejas, ¿cuándo piensan terminar esta obra? Creo que aunque sea una parada voy a coger el metro, ya llego bastante tarde. Hotel Avda. de América. Ya estamos llegando, veo el enorme reloj. 17:53, suma dieciséis. Pasaré una buena tarde, seguro. Siempre estoy soñando, de Fito y Fitipaldis. Ya me sumerjo en el túnel. Nos podía dejar más cerca del metro, joder. Qué calor hace en Avenida de América. Pero ésa es otra historia.

sábado, 9 de agosto de 2008

El todo

"El todo es igual a la suma de las partes sólo si las partes se ignoran entre sí" Almudena Grandes, El corazón helado.

Por extraño que suene que algo así salga de mi boca(de mis manos en este caso), se trata de una ley de la Física. Una de las pocas que consigo comprender sin necesidad de aplicar una fórmula de forma irracional como me ocurría con esta asignatura en el instituto. Y es que en este caso esta ley esta explicada por una gran escritora como es Almudena Grandes, metida en la piel de un profesor de Física de la Universidad Autónoma de Madrid, Álvaro Carrión. Y la explicación, traducida a mis palabras, se basa en el siguiente ejemplo:

Dos niños lloran en habitaciones consecutivas. Si la puerta que une las habitaciones está cerrada, el todo será igual simplemente a la suma de los dos llantos. Sin embargo, la puerta puede abrirse, y a partir de ahí las cosas se pueden desarrollar de muy diferentes modos. Imaginemos, que al oír el llanto del otro niño, uno de ellos va en su busca, y, motivado por su enfado le pega. El otro niño enfadado le devuelve la sacudida y así se meten en una pelea en la que ambos acaban llorando más fuertemente. En este caso el todo es mayor que la suma de las partes. Si en cambio lo que ocurre es que al oír el llanto del otro niño, uno de ellos decide ir en su busca y jugar con él, ambos dejarán de llorar y el todo será ahora menor que la suma de las partes.

Cierto, es una ley de la Física sin más, pero yo le encuentro bastante relación con la vida que llevamos, o por lo menos que llevo, a nivel no sólo físico sino emocional y también la veo bastante unida a lo que explicaba yo en mi entrada anterior sobre lo "abejitas" que somos.

Sin más un zumbido con un poco de miel de mi hexágono.

viernes, 8 de agosto de 2008

Bienvenidos a la colmena

Eso es lo primero darles la bienvenida a mi blog e informar de que es un honor para mí ser leída por ustedes.
Y lo inmediatamente necesario después es explicarme. Explicar el nombre del blog. Enhorabuena para quienes hallan pensado en el libro de Camilo José Cela, han dado en el clavo. Leí ese libro el año pasado, y aunque me pareció bastante bueno en general lo que más me impresionó fue el nombre. La colmena. La vida humana es realmente así, una colmena. Cada uno tenemos nuestra función y nuestra pequeña parcelita para ejercerla, somos recompensados cuando actúamos bien y castigados cuando lo hacemos mal, tenemos jerarquías, todos sabemos quién vale más y quién menos aunque no todos estemos de acuerdo en que eso contunúe así...Y lo más importante, nuestras vidas se cruzan constantemente y a veces ni siquiera somos conscientes de a quién tenemos al lado, quizá nos hayamos cruzado con la "abejita" de nuestros sueños y ni siquiera hayamos levantado la vista, quizá nuestro verdadero padre un día se haya chocado con nosotros y nos hayamos disculpado y seguido nuestro camino, tal vez la persona que podría solucionar la duda que tanto te corróe acaba de salir de la panadería en el momento en que tú entrabas...y sin embargo la vida sigue adelante, se forma, se construye, parece completa, aunque en muchas ocasiones falten piezas tan fundamentales como una pareja, un padre genético o una solución.
Para hacerles reflexionar más a fondo sobre este tipo de cuestiones y otras muchas que se me vayan ocurriendo he creado este blog. Porque espero ayudar a alguna abejita a volar más lento y más atenta la próxima vez.

Un saludo a todos.