Un nuevo bajón. Miles de canciones rondan mi mente, mejor dicho, miles de frases de canciones, depende del momento. La mayor parte del tiempo siento rabia ante esta vida tan poco normal que me ha tocado. Cuando algo malo me ocurre a nivel personal, lo traspaso a todos los niveles, incluso al político y así es como llego a conclusiones como esta: ¿Por qué me doy yo más cuenta de lo injusto del mundo, por qué me duele más a mí que a la mayor parte de las personas que quiero?
Tengo otros momentos de desesperación en los que me siento como en un ciclo interminable. ¿Por qué siempre me ocurre a mí lo mismo? "Otra batalla perdida, un grito de desconsuelo" es la frase que ronda mi mente en esos segundos.
Y durante los segundos restantes a la rabia y la desesperación estoy sintiendo una extraña indiferencia ante todo lo que me rodea, por ejemplo, ahora mismo me da igual lo mala que sea esta entrada y lo poco que me esté gustando escribirla. Es lo que hay, hoy se siente. Ya pondré mayor calidad y empeño.
A pesar de esto, me queda helado de fresa.
Mujeres al descubierto. Katalin Karikó, bioquímica.
Hace 10 horas